Pedro Aguirre Cerda



     Don Pedro Aguirre Cerda realiza sus estudios superiores en el Instituto Pedagógico obteniendo el título de Profesor de Castellano el año 1900, los que compagina paralelamente estudiando leyes en la Universidad de Chile, recibiendo su diploma de Abogado ya en 1904. Es  gracias a la combinación de estas dos ramas y su independiente estadía en Santiago donde nace y crece su pasión política y donde moldea su personalidad y particular visión pedagógica. En ese entonces, ya se puede percibir esa visión jurídica-humanista con que aborda los temas educativos. Prueba de ello, es el tema que escoge para su licencia de abogado: “Estudio sobre Instrucción Secundaria en Chile” en donde, de cierto modo,  responde a las críticas al sistema educacional que señalan que los conocimientos impartidos en el aula no tienen relación y no son aprovechados en la vida real, argumentando que el objeto formal de la enseñanza se dirige a ejecutar armónicamente las facultades mentales del individuo, para que pueda juzgar con acierto los fenómenos de la vida. Enfatizando que, existe una marcada diferencia entre el fin formal y real, aunque uno le sirva de base al otro depende del desarrollo completo y armónico del sujeto. Además, hace hincapié en que a través del conocimiento y las mejoras en el sistema educativo es que se pueden lograr cambios positivos a nivel país. Que es importante perfeccionar a los docentes, ya que los profesores son los verdaderos administradores del estado porque gracias a ellos es que se  puede alcanzar tal nivel de superación y perfección.       
     Tras una destacada carrera profesional y participación política activa, en las elecciones de 1915, Pedro Aguirre Cerda a los 36 años de edad se inicia formalmente en la carrera política  siendo candidato a diputado por la agrupación de San Felipe, Putaendo y los Andes. Ingresa al parlamento, ocupando el segundo lugar en dicha elección comenzando aquí su notable intervención en el sistema educativo del país.  Renuncia a su cargo de profesor como Instrucción Cívica para unirse a la cámara baja. En sus primeros pasos como parlamentario, será reconocido en sus intervenciones por su alto grado de erudición y claridad manifestada en los debates. Compartió trabajo con Manuel Rivas, compañero de filas, a quién admiraba y reconocía por tener los mismos ideales que él. Juntos comparten la idea de despachar la Ley de Instrucción Primaria, proyecto que Manuel Rivas venía trabajando desde 1909.
        En sus 6 años en la cámara de diputados, su acción fue intensa y variada, siendo su preocupación por la educación el lineamiento principal de su labor, destacando:
- La consecución de fondos para la construcción, reparación y /o funcionamiento de nuevos establecimientos educacionales.
Los internados Barros Arana y el Nº3 e Stgo.
-  Los liceos de Talca, Temuco, Valdivia y Antofagasta.
-  El Instituto Comercial de Valparaíso. 
- La construcción del Pabellón de Anatomía de la Escuela de Medicina de la U. de Chile.

    Su principal preocupación fue dotar de aulas la educación chilena, como una manera de mejorar la educación mediante una adecuada conducción de la enseñanza. Además a través de su cargo dejó en claro la necesidad de elevar la calidad del educador. También vio la necesidad de elevar las rentas del magisterio, de legislar en materias de jubilación de los docentes, la importancia de  la independencia de la opinión del profesorado, entre otras iniciativas destinadas tanto a la capacitación como a la premiación de los docentes. Se destaca su labor en estos ámbitos puesto que debido a su formación como profesor comprende y empatiza con los derechos y necesidades del docente de la época, así como puede analizar, criticar y sugerir ideas con respecto al sistema educativo.
           Muchas de sus iniciativas, lograron ser proyectos de ley. Pero la más importante, cuya vigencia es clara hasta nuestros días, es su Ley de Instrucción Primaria Obligatoria que  tardó tanto como su homóloga Ley de Instrucción Primaria. Siendo presentada a la cámara un 11 de Junio de 1917 para ser aprobada el 1 de diciembre de 1920 bajo el ministerio de Lorenzo Montt. Esta ley  fue resistida por un grupo importante de la sociedad chilena, siendo estos del sector político de derecha, y defendida por los profesores, organizados en comités. En su argumento ante la cámara, Pedro Aguirre Cerda, alude al gobierno de Manuel Montt, aclarando que su ley la hizo para vencer la aprehensión e indiferencia de los sectores no tan importantes citando el concurso que se hizo en ese tiempo. Además, manifestó  que la educación es un derecho para todos y que los senadores o diputados correspondientes debían exigir una fiscalización para el dinero invertido en la educación y finalmente, que sería una grave falta obstruir esta ley ya que los niños chilenos tienen derecho a exigir del presupuesto nacional, asimismo que de esta manera los niños pueden salir de sus incertidumbres e ignorancia y sumado que a través de la educación se generan sujetos con valores para la sociedad que además son capaces de producir para el país.
                Tras la aprobación de la ley, dentro de sus mayores logros estuvo la modificación de la enseñanza primaria, haciéndola obligatoria y otorgándole mayores grados, la libertad de asistencia a clases cristianas, la Intervención del Estado en enseñanza particular y todo lo que la ley condujo a posterior.

 Carrera Presidencial. Gobernar es Educar

           Debido a la situación política del país y dadas las circunstancias en 1938, Pedro Aguirre Cerda emprende su carrera a la presidencia la cual está estrechamente unida con su visión pedagógica  y humanista.
               En sus propuestas de gobierno trata temas como el analfabetismo de los chilenos y la ignorancia de los obreros que beneficiaba a sus patrones. Se refería de lleno a que la educación del país era la que debía mejorar en post del país, y a las necesidades del alumnado, dada su situación económica.
            Las promesas de Fraternidad, libertad e igualdad son ahora: pan, techo y abrigo. Es lo que se necesita y no se va con rodeos; y por ende, para ello se debe instaurar la obligatoriedad de la instrucción primaria, rompiendo con el analfabetismo en primer lugar. Está totalmente consciente de que los jóvenes a temprana edad deben ocuparse de labores de hombre dado los requerimientos de su familia, y por ello cree en la necesidad de una educación complementaria. Arenga a sus seguidores a que no será él quien se rinda ante la oligarquía, sino que será el pueblo vencedor quien gobierne.
          Para Aguirre Cerda el tema principal que debía atacar su comando eran la cultura, la educación, el magisterio y la capacitación de la clase obrera, reflejo de su larga vida política y sus ideas desde sus inicios. Sus propuestas así lo demuestran.
      En síntesis, sus propuestas son una Reforma educacional según las necesidades sociales, educación de adultos y complementaria.
- Continuidad Escuela-Universidad.
- Gratuidad de toda la enseñanza.
- Educación estatal (ejercida o controlada por el estado) para primaria, secundaria y técnica.
-  Creación de universidades e institutos de trabajo.
-  Estado protector y padrino de niños indigentes (comida, salud y vestuario).
-  Libertad de pensamiento político para profesores.
               
    Su postura intelectual abanderiza las opiniones a favor de la cultura y la educación, y ponen en el lado contrario a su adversario, Ross. Aunque claro, el propio Gustavo Ross era creyente de que el pueblo no tenía mejor situación dada su flojera y falta de deseo de surgir. Entonces, más que una lucha política, se daba una lucha de convicciones.
    Por esta lucha es que Aguirre Cerda tiene el apoyo de la clase intelectual de la época: profesores, escritores y poetas. Además contaba con  el apoyo de juventud, tanto de su colectividad como del lado opositor, ejemplificado en las juventudes católicas. Según el propio Aguirre dada su coherencia por años con las temáticas de educación e igualdad social.
  Y no menos importante, Pedro  Aguirre Cerda era apoyado por el magisterio. Los educadores veían en él un único e inmejorable representante de lo que ellos eran; conciente de las privaciones de escuelas y niños, y de la falta de libertades políticas para el profesorado.
     Finalmente, tras una estrecha elección Pedro Aguirre Cerda vence  un 25 de Octubre de 1938. El 24 de diciembre de 1938 Pedro Aguirre Cerda entra triunfante a la Moneda.
     Durante su gobierno, la educación técnico-profesional recibió un gran impulso, ya que se consideraba que era el necesario complemento en el proceso de industrialización que vivía el país. La Universidad de Chile extendió sus actividades a lo largo del país y creó un centro de investigación científica y de cultura general, así como la Facultad de Economía y Comercio. Indispensables para la transformación económica y social que se producía en el país. Al mismo tiempo, se dio una notable importancia a la educación primara, lo que se reflejó en la construcción de más de mil escuelas, con la consiguiente apertura de más de tres mil plazas de trabajo para los profesores.
    Para finalizar, podemos observar lo profundo de su argumento pedagógico-político  en su discurso presidencial del 21 de mayo de 1939, de donde destaco:
   
           "Para que la enseñanza pueda cumplir su misión social con toda amplitud es necesario que sea: gratuita, única, obligatoria y laica. Gratuita, a fin de que todos los niños puedan beneficiarse de la cultura, sin otras restricciones que las que se deriven de su propia naturaleza; única, en el sentido de que todas las clases chilenas unifiquen su pensamiento y su acción dentro de las mismas aulas escolares; obligatoria, pues es deber del Estado dar a todos los miembros de la sociedad el mínimo de preparación requerido por la comunidad para la vida cívica y social; laica, con el fin de garantizar la libertad de conciencia y hacer que nada perturbe el espíritu del niño durante el periodo formativo".

Fallece el 25 de Noviembre de 1941 en Santiago, Chile.

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